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viernes, 28 de octubre de 2022

La paradoja de Kano y por qué nos debería importar

 No es este el sitio para escribir una historia del judo, así que lo resumo en una frase:

Jigoro Kano, ¿practicando Naihanchi?

Jigoro Kano inventó el Judo, lo hizo estudiando varios estilos de Jujutsu tradicional y QUITÁNDOLES las técnicas más peligrosas.

Listo, hasta aquí la historia del Judo. sin embargo lo que nos interesa es lo que sucedió luego. Los alumnos de Kano ganaron varios desafíos frente a escuelas de Jujutsu (ver aquí por ejemplo).

Esto es lo que se llama la paradoja de Kano, o la paradoja del Judo. Quitando las técnicas más peligrosas, sólo quedaron aquellas que se pueden entrenar con toda confianza, al 100% de fuerza.

Sólo se necesita un compañero que sepa caer, un tatami acolchado, y se puede practicar con bajo riesgo de lesión, con alta intensidad y con un compañero que se resiste.

La familia Gracie, al favorecer el trabajo en el suelo, consiguió que este método fuera aún más efectivo. EL BJJ es probablemente el arte marcial que se puede practicar a todo trapo, por más tiempo, con menor riesgo de lesión. Y una vez más, en los albores de la UFC, demostraron que - incluso con un estilo muy especializado- podían imponerse a otras formas de combate que no tenían la misma ventaja en su método de práctica principal.  

Sí, ya sé que no fue sólo por el método, los demás combatientes estaban muy incómodos en el suelo ("olvidaron" invitar judokas y luchadores olímpicos). Pero sin duda la forma en que se entrena en BJJ ayudó mucho a popularizar el arte.

Bien, estimado karateka lector, a esta altura estará usted preguntándose: ¿y a mí qué?, ya llego, ya llego.

Hace unos años me enseñaron, en una clase de karate práctico, a hacer una luxación de cuello defendiendo un derribo. El maestro aclaró que, tal cosa, muy difícilmente sería legal en el mundo moderno. Alegar ante un juez "me quiso tirar al suelo, y por eso le partí el cuello", no parece tener un buen final. 

Al ser el karate, aún el más práctico, un arte antiguo, ciertas técnicas serán anacrónicas.

Pero además de los aspectos legales, este tipo de técnicas tienen otro factor limitante: no se pueden practicar.

¿Cómo vamos a saber si funciona? ¿Rompiendo "un poco" el cuello del compañero? No, no se puede, simplemente no se puede poner a prueba y mucho menos contra alguien que se resista.

Sin embargo la misma posición nos permite ejecutar una guillotina, un estrangulamiento que se puede regular, practicar y poner a prueba.

¿Y cosas mucho más básicas de nuestro arte? El shuto uke al cuello, por ejemplo, qué sin él no somos nada. 

No podemos practicar a lo bestia a dar golpes en el cuello a los compañeros, eso está claro, y no podemos -como en el caso anterior de la guillotina- cambiarlo, es una de los pilares de la mayoría de estilos de karate, si lo quitas, pues, directamente ya no hacemos karate.

Entonces nos toca adaptar el entrenamiento, pensar y buscar la forma de entrenar con fuerza.

 En ese fantástico laboratorio que son las MMA amateur (mucho más cercanas a nuestra realidad que los grandes atletas de la UFC), he visto luchadores levantar al contrario y depositarlo suavemente en la  lona. Pregunté a un entrenador y luchador profesional, y me dijo: "es que lo entrenan así, para no lastimar al compañero. No practican con el dummy"

Y ahí está el meollo, necesitan un dummy (uno de esos muñecos que se usan para practicar) para poder acostumbrarse a reventar a lo bestia contra el suelo a la gente.

Volviendo a nuestro shuto uke, habrá que jugar con paos, protecciones y sacos si queremos que nuestra técnica salga de forma natural y con fuerza.

Bueno, hasta aquí mis elucubraciones al respecto. No son concluyentes, salta a la vista, sólo pretendo exponer ciertos puntos débiles habituales en nuestros entrenos y esperar que gente más sabia de con las soluciones.

¡A entrenar!